domingo, 7 de agosto de 2011

LA CAMPAÑA CONTRA EL ANALFABETISMO




Vasconcelos llevaba adelante la campaña política para crear la Secretaría de Educación Pública y emprendió otra actividad importante: la cruzada contra el analfabetismo, iniciada el 20 de junio de 1920.  Apoyada con gran Entusiasmo por maestros, pero sobre todo por maestras.

La circular No. 1, señalaba las condiciones de la cruzada: crear un cuerpo de profesores honorarios de educación elemental, con personas de ambos sexos que hubieran cursado como mínimo el tercer año de la primaria.  La Universidad abriría un registro en que se inscribirían todas las personas del país que reuniera las condiciones establecidas y que desearan dedicarse a la enseñanza de la lectura y escritura, de modo voluntario y gratuito, la Universidad otorgaría un diploma que lo acreditaría como profesor numerario de educación elemental.

Llevarían a sus alumnos  ante los profesores e inspectores oficiales a fin de que los examinaran y, en su caso les expidieran un certificado de saber leer y escribir.  El profesor honorario que presentara aun examen con éxito a más de 100 alumnos con éxito, recibiría de la Universidad Nacional de México un diploma que certificara este hecho.  Ésta institución daría preferencia, para los empleos en todas sus dependencias.
La universidad procuraría que, en las demás dependencias del gobierno federal y los estados, se diera preferencia a la solicitud de empleo a favor de las personas que hubieran presentado este certificado.
Carrillo proponía a Vasconcelos:
§ Primero: dirigir una serie de oficios a todos los periódicos de la República, con la invitación para hacer propaganda a favor de la campaña.
§  Segundo: comisionar a un ciudadano en cada una de las manzanas de las ciudades, villas, aldeas y pueblos, a fungir de director de manzana, y así poder seleccionar a loa profesores honorarios.
§  Tercero: recomendar que los jefes de manzanas fueran los ciudadanos más caracterizados y que el gobernador mismo lo fuera de su respectiva manzana.
§  Cuarto: Extender nombramientos universitarios a todos los directores o jefes de manzana.
§  Quinto: autorizar que en cada manzana, cuando no hubiera más analfabetos. el jefe de la misma levantara una bandera blanca.
Julián Carrillo convocó con la aprobación de Vasconcelos a un concurso de producción de libretos de ópera “sobre temas mexicanos inspirados en la historia antigua, la leyenda, la mitología o las costumbres nacionales”. Lo cual Vasconcelos aprovecho la coyuntura de la celebración del centésimo decimo aniversario de la consumación de la Independencia para alentar el espíritu nacionalista y organizó un acto de jura de la bandera; el primero que se celebraba desde 1910, con 15 000 niños que entonaron, en septiembre 14 de 1920, el Himno Nacional acompañados por tres bandas de 600 ejecutantes y dirigidos por Julián Carrillo.
“¡Bandera!  ¡Bandera tricolor! ¡Bandera de México! Te ofrecemos con toda el alma procurar la unión y concordia entre nuestros hermanos los mexicanos luchar hasta destruir el analfabetismo y estar siempre unidos en torno tuyo, como símbolo que eres de la patria, para que México obtenga perpetuamente la libertas y la victoria.”
Dos preocupaciones fundamentales de Vasconcelos: la búsqueda de unidad, y la promesa de luchar contra el analfabetismo.

En noviembre 11 de 1920 Vasconcelos publicó la circular No. 5, la cual refería que en los cuatro meses de establecido el cuerpo de profesores honorarios, se habían  inscrito más de más de 1500 profesores y 10 000 estudiantes, insistía que era necesario esforzarse  todavía más, reduciendo la pobreza y a la ignorancia.
Al crearse la SEP, la campaña a alfabetizadora pasó a ser una división auxiliar de aquella, primero bajo la dirección de Abraham Arellano y después de Eulalia Guzmán, Vasconcelos no se contentó con los maestros honorarios adultos y ordenó poco después formar un ejercito infantil. Esta unidad de la cruzada, iniciada en febrero de 1922 estaba formada por niños, alumnos del cuarto, quinto y sexto grados de escuelas públicas y privadas. 

Dos tipos de  instituciones existían en el Distrito Federal con personal a sueldo: centros culturales diurnos y nocturnos; los centros ofrecían dos tipos de instrucción: el primero consistía en lectura básica, escritura y aritmética para los analfabetos, y el segundo para estudiantes provistos ya ciertos conocimientos rudimentarios que podrían aventajar en el dominio de estas actividades.
Vasconcelos trato de compensar, con los centros diurnos de cultura, la carencia de un sistema de salud pública y de asistencia social en las áreas más populosas y pobres de la Ciudad de México.
La instrucción en artes manuales y agricultura proveía a los estudiantes de medios para ganarse la vida. El aula dominada por el maestro quedó remplazada por cooperativas de los estudiantes, que se comprometían a sí mismos a dirigir el grupo, vender los productos de la escuela y, también realizar proyectos de servicios a la comunidad, invitó a los residentes a formar cuadrillas que barrieran las calles de área los sábados por la tarde, Se obtuvo una entusiasta respuesta de parte de los adultos y los niños, quienes en esta forma libraron de la basura a la Colonia de la Bolsa.

Vasconcelos consideró que el papel de la SEP en la campaña de alfabetización era de catalizador: pagar a los maestros de los centros culturales diurnos y nocturnos, hacer propaganda de la campaña en diarios, circulares y películas, y proporcionar a las escuelas, maestros y niños los útiles escolares necesarios; gises, pizarrones, plumas etc.
Los defectos principales de la campaña alfabetizadora provenían de la poca atención a la pedagogía y de la persuasión de Vasconcelos quien opinaba que un conocimiento rudimentario y el deseo de enseñar bastaban para convertir a cualquiera en maestro.

Roberto Medellín, director entonces de educación técnica en el Distrito Federal, informó en abril de 1921 a Vasconcelos que al visitar las escuelas había observado a numerosos estudiantes con síntomas de extrema debilidad por desnutrición, al grado de desmayarse por asistir a clase sin haber comido. Era imposible, por tanto, que pudiesen prestar debida atención a los cursos ni aprovechar la enseñanza en ninguna forma.

La distribución de los desayunos escolares reveló a Vasconcelos y a sus colaboradores el extremo de pobreza de muchos niños. Algunas familias residentes en Ixtapalapa  e Ixtacalco  subsistían con raíces de cebollas, zanahorias descompuestas y desperdicios por el estilo.

Algunos de los chicos robaban a sus compañeros las raciones; otros derramaban la leche y el café en las mesas y se metían en la boca enormes trozos de pan. Los miembros de la comisión y los ayudantes de las respectivas escuelas, al observar esta conducta y la falta de limpieza de los estudiantes, empezaron a instruirlos en prácticas higiénicas.

COMENTARIO PERSONAL
 La educación en nuestro país ha enfrentados grandes retos para lograr el sueño de una Educación de Calidad. José Vasconcelos fue uno de los grandes pensadores para mejorar la educación formal por el estado reciente a  la revolución de 1910, cincuenta años después los desayunos escolares en la educación primaria fue un logro para apoyar a los niños en educación escolar de la ESCUELA RURAL MEXICANA PARA  EL RENDIMIENTO ESCOLAR inicia en tener una buena alimentación. Los programas de "HIGIENE Y SALUD" de los años 70' fueron parte del sueño anhelado de los postulados educativos en beneficio de los escolares de la educación básica. La calidad educativa a radicado en la calidad de sus enseñantes y más aun de los educandos por lo que la educación en los últimos treinta años se ha profesionalizado y exigido cada día más preparación de los docentes en servicio por lo que se han incrementado las escuelas para la actualización constante del maestro 




1 comentario:

  1. excelente resumen de sus logros sobre todo en materia de la educación, muy buen articulo.

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